Directora: Dra. M. Violeta PEREYRA (Historiadora)
Co-directora: Dra. Liliana M. Manzi (Arqueóloga)

Programación científica 2010-2013 – Universidad de Buenos Aires – Categoría: Grupos consolidados

Síntesis:
La necrópolis tebana, localizada sobre la margen oeste del Nilo, quedó conformada a partir de las inhumaciones que comenzaron a realizarse en el área en el Imperio Antiguo -dinastía VI-. Posteriormente, en el sector conocido como Deir el-Bahari, en la dinastía XI Mentuhotep hizo construir su templo mortuorio. Momento a partir del cual, y a través de las sucesivas dinastías, se continuó con la construcción de templos mortuorios tanto privados como también de los dedicados al culto de los faraones.
En consecuencia, el emplazamiento y la ubicación de tumbas privadas en la necrópolis tebana, a la vez que configura un paisaje cultural que relacionaba el mundo de los muertos con el de los vivos, proporcionaba el marco arquitectónico y topográfico en el que se realizaban celebraciones que las vinculaban con los templos de millones de años localizados en la misma margen occidental, con los localizados en la margen oriental del Nilo -complejos de Karnak y Luxor- a través de vías procesionales.
Por su parte, los templos de millones de años de Tebas occidental (por ejemplo, los dedicados a Mentuhotep, Hatshepsut, Tutmosis III, Seti I y Ramsés III, entre otros) funcionaron como espacios de culto público, al constituirse en ámbitos de adoración de dioses, reyes y personajes divinizados. Estas construcciones funcionaron, a la vez, como centroides y nodos organizadores en la distribución de las tumbas privadas, debido a que les otorgaban significación simbólica y eran expresivos de la configuración social de cada período.

Instituto Multidisciplinario de Historia y Ciencias Humanas -
IMHICIHU - CONICET